Las infecciones de transmisión sexual (ITS) deben su nombre a la forma en la que se contraen con mayor frecuencia, y de acuerdo con la OMS, su prevención debe apuntar al uso de preservativos y al diagnóstico precoz tanto clínico como de detección de su origen, mediante análisis de laboratorio.
Son causadas por bacterias, virus, parásitos y hongos, y tienen distintos tipos de tratamiento.
➡️ Síntomas y signos de alarma:
Pueden ser variados: dolor o ardor al orinar, presencia de secreciones genitales, dolor durante las relaciones sexuales, fiebre y presencia de lesiones genitales, entre otros.
➡️ Diagnóstico:
Además del análisis clínico, de acuerdo a los signos y síntomas que se presenten, se pueden utilizar distintos tipos de muestras, para analizar en laboratorio, como: sangre, orina, hisopados genitales, o , eventualmente, líquido cefalorraquídeo.
➡️ Pruebas de laboratorio:
Existen diferentes tipos de pruebas para detectar estas enfermedades, la elección dependerá del tipo de muestra y de la etapa y tipo de infección, entre otros factores.
▪ En general, podemos dividirlas en dos grandes grupos:
▫ Métodos directos, que detectan al microorganismo o parte de él.
▫ Métodos indirectos, que detectan la respuesta inmunitaria desencadenada en el organismo (anticuerpos).
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