La Sífilis es una enfermedad de transmisión sexual que, en los últimos años, ha aumentado su frecuencia de aparición de una manera importante.
Se trata de una enfermedad producida por una bacteria (Treponema pallidum) que se contagia por medio de relaciones sexuales de cualquier tipo: genital, anal u oral, sin uso de protección como el preservativo. Y es una enfermedad curable si es diagnosticada y tratada oportunamente.
➡️ Presenta diferentes etapas con síntomas y pautas de alarma distintas y puede dejar importantes secuelas:
▪️ Sífilis primaria:
Habitualmente entre 10 días y 3 meses después de haber tenido el contacto, el paciente infectado presenta lesiones en forma de úlceras o llagas en la región genital, que en general no duelen y tienden a desaparecer espontáneamente.
▪️ Sífilis secundaria:
Aparece un nuevo tipo de lesión, que son las manchas en la piel. Estas también pueden desaparecer solas si no son tratadas.
▪️ Sífilis latente:
Una vez que finalizan estas dos etapas y no se ha seguido el tratamiento adecuado, la enfermedad no se ha curado. En esta etapa no hay síntomas pero la enfermedad puede ser diagnosticada a través de unas pruebas que se realizan con una muestra de sangre.
▪️ Sífilis terciaria:
En las personas que no fueron tratadas oportunamente se presenta años después, con complicaciones de tipo cerebral y cardiovascular, entre otras.
➡️ Diagnóstico y tratamiento:
▪️ Es importante realizar una consulta médica precoz para realizarse los estudios correspondientes (muestras de las lesiones y de sangre, y su tratamiento habitual, que es la administración de penicilina.
▪️ No existe una vacuna contra la Sífilis, por lo que su prevención se basa en el uso adecuado de preservativos durante las relaciones sexuales.